Para conseguir un desarrollo óptimo del embarazo y el nacimiento de un hijo sano es aconsejable que los cuidados comiencen antes de iniciarse la gestación. Debe evaluarse de una manera integral la salud de la futura madre, sus antecedentes, sus enfermedades actuales, su estado físico y psíquico, recomendar los suplementos farmacológicos y por último, planificar el momento más adecuado para la búsqueda del embarazo. En esto consiste la que hemos denominado consulta preconcepcional.
Preparándote para ser madre:
- Si fumáis, es un buen momento para dejar de fumar. Si deseais un embarazo, tiene una doble razón.
- Sustituir el alcohol por zumos naturales.
- Podéis tomar hasta 2 tazas de café al día.
- La futura madre debe seguir las recomendaciones para protegerse de la exposición a las radiaciones.
- Los productos químicos como pinturas, insecticidas, productos de limpieza, etc. pueden ser tóxicos. Leer las instrucciones de uso y consulte en caso de duda.
- Tomar una dieta equilibrada. Si tiene exceso de peso, durante el embarazo, tendrá más riesgo de hipertensión arterial y diabetes y el parto le será más difícil. Puede aprovechar este período previo al embarazo para bajar el peso, si lo necesita.
- Antes de tomar medicamentos debe consultar con su médico de familia o su farmacéutico.
- Si consume otras drogas, su bebé y usted necesitarán atención especial durante el embarazo y el parto. Solicite ayuda antes del embarazo para abandonar su consumo y así disminuir el riesgo de aborto y defectos en el bebe.
Las Vacunaciones:
Revise su calendario de vacunas, es un
buen momento para actualizarlo. Deben evitarse durante las primeras 14
semanas de embarazo. La protección adecuada del embarazo requiere:
- Una dosis de vacuna antitetánica en los últimos 10 años. Recuerde
que puede vacunarse inmediatamente antes o durante el embarazo.
- Una dosis de vacuna para evitar la rubeóla en cualquier momento de
su vida, salvo que tenga seguridad de haber padecido la enfermedad. En
caso de duda, puede confirmarse mediante análisis o puede volver a
vacunarse. Es muy importante esperar 3 meses después de la vacuna para
quedarse embarazada, así tendrá la seguridad completa de que la vacuna
será inofensiva para el bebé.
- La vacuna contra la gripe está indicada en los mismos casos que en la mujer no embarazada.
Los suplementos de vitaminas:
- Durante el embarazo necesita un aporte mayor de ácido fólico. El ácido fólico es una vitamina que se encuentra en algunas verduras (espinacas, brócolis, guisantes, espárragos), frutas (plátanos, naranjas), legumbres (lentejas, habas secas), frutos secos (cacahuetes) y algunas levaduras y pastas. Es importante para el buen desarrollo del sistema nervioso de su hijo, existiendo una sólidad evidencia de que reduce la incidencia y recurrencia de los defectos del tubo neural (DTN).
- La suplementación farmacológica con ácido fólico debe cubrir un periodo comprendido entre cuatro semanas antes del embarazo y doce semanas tras la concepción (un mes antes y hasta el primer trimestre de embarazo). Junto a una dieta rica en folatos, debe tomar un comprimido diario de 0,4-0,8 mg en mujeres de bajo riesgo, y de al menos 4 mg/día en mujeres de alto riesgo de DTN.
- Vitamina A: El ingreso de vitamina A por la dieta parece ser suficiente para cubrir las necesidades de la mayoría de las mujeres durante el embarazo, por lo que no se recomienda la suplementación farmacológica sistemática con vitamina A (Grado de recomendación B).
- Vitamina D: La mujer, embarazada o no, que recibe una exposición regular a la luz solar no requiere suplementos de vitamina D (Grado de recomendación B).
- La ingesta de folatos junto con complejos multivitamínicos durante toda la gestación (siempre que no contengan vitaminas liposolubles por encima de las dosis diarias recomendadas), parece reduce la incidencia de malformaciones cardiacas, urinarias, oro-faciales, de extremidades y estenosis pilórica. Pero en la actualidad es necesario obtener más evidencias que permitan conocer la verdadera utilidad del consumo de multivitamínicos asociados a folatos a dosis bajas.
Embarazo y Yodo
- El consumo de sal yodada es el método más eficaz para suplementar yodo.
- En las consultas preconcepcional y prenatal se debe recomendar la ingesta de alimentos ricos en yodo, fundamentalmente lácteos y pescado, así como fomentar la utilización de sal yodada por la mujer durante el embarazo y la lactancia.
- La sal yodada en España contiene 60 mg de yodo por kg de sal, de forma que la ingesta de unos 3-4 g de sal al día cubre las necesidades diarias de yodo, sin superar la ingesta máxima de sal diaria recomendada por la OMS (<5 g/día).
Embarazo y Hierro:
La suplementación en la fase preconcepcional y/o de forma universal a las mujeres sanas, con una nutrición adecuada y con un estado normal del hierro no es
necesaria y puede no ser innocua, aconsejando que la administración del
suplemento se ajuste a las necesidades individuales. En caso de estar indicada la
profilaxis (prevención) de la anemia ferropénica "durante el embarazo".
- Se basa en asegurar el aporte de 30 mg de hierro elemental al día en el embarazo y de 15 mg/día durante la lactancia. Se recomienda realizar una dieta equilibrada con alimentos ricos en hierro (carne de vacuno, pollo, pavo o cerdo, pescado, verduras (espinacas y acelgas), legumbres (lentejas), frutos secos y cereales fortificados), junto con el consumo de suplementos de hierro oral (en forma de sales ferrosas) a dosis bajas a partir de la 20a semana de gestación en las mujeres en que se presuponen unas reservas adecuadas de hierro.
- La dosis recomendada de hierro elemental al día (30 mg) durante el embarazo se aporta con 150 mg de sulfato ferroso, 300 mg de gluconato ferroso ó 100 mg de fumarato ferroso. Es preferible tomar los suplementos al acostarse o entre comidas, siempre y cuando los efectos secundarios lo permitan, para favorecer su absorción y no deberían tomarse con té, leche o café.
Embarazo y Calcio:
Las necesidades de calcio en la mujer gestante y lactante de 14 a 18 años de edad son de 1300 mg/día y en la de 19 a 50 años de 1000 mg/día. Esta cantidad se alcanza con una dieta que incluya al menos tres raciones de alimentos ricos en calcio como son los lácteos y sus derivados (leche, yogurt, queso). Un vaso de leche o un trozo de queso contienen unos 300 mg de calcio. Los suplementos farmacológicos de calcio están indicados "durante el embarazo" cuando tu aporte en la dieta sea insuficiente.
SABER SOBRE ESTERILIDAD: