martes, 15 de agosto de 2017

Hiperhidrosis: sudoración excesiva.

HIPER= MUCHO; HIDROS= AGUA.
Es una afección por la cual una persona suda demasiado y de manera impredecible. Las personas con hiperhidrosis pueden sudar incluso cuando la temperatura es fresca o cuando están en reposo. Afecta a casi el 3% de la población, y en un 65% existen antecedentes familiares. Aunque catalogado como un trastorno “benigno” y poco relevante, lo cierto es que afecta a la calidad de quien lo sufre, pudiendo llegar a desarrollar fobia social en algunos casos.
Las personas con hiperhidrosis parecen tener glándulas sudoríparas hiperactivas. La sudoración incontrolable puede llevar a una molestia significativa, tanto física como emocional. La hiperhidrosis se clasifica en dos tipos:

1. Localizada – focal:
  • Primaria. Es el tipo más frecuente, tiende a afectar ambos lados del cuerpo y se produce en los pies, las manos, las axilas, la cabeza y la cara. A veces, afecta áreas más grandes del cuerpo. Su causa es desconocida. Suele aparecer en edad infantil, con un empeoramiento progresivo en la pubertad, para luego disminuir en edades más avanzadas. Afecta a ambos sexos y tiene una distribución universal. Esta hiperhidrosis focal primaria, podría estar relacionada con la respuesta a una sobreestimulación de las glándulas sudoríparas ecrinas, en respuesta a diversos estímulos desproporcionados que elevan el nivel basal de la secreción del sudor. Aunque muchas veces está inducida por estrés emocional, la mayoría de las hiperhidrosis se producen de forma espontánea. El umbral de sudoración suele estar disminuido, de manera que actividades cotidianas son suficientes para que el paciente sude.
  • Neurológica. Secundaria a neuropatías, lesión medular.
  • Hiperhidrosisfacial gustatoria (síndrome de Frey).

2. Generalizada-Sistémica. Se observa en muchas circunstancias: embarazo, obesidad, menopausia, ansiedad, hipertiroidismo, consumo de alcohol o de opiáceos, cafeína. determinados medicamentos, como aspirina, algunos medicamentos para la presión arterial y antidepresivos, otros fármacos, infecciones, y también en muchas enfermedades, como tumores etc.

El principal problema es que muchas veces los médicos no le damos importancias y los pacientes pueden pensar que no hay solución, cuando el hecho es que la hiperhidrosis primaria es un problema que puede tratarse y debemos hacerles caso. Una historia clínica minuciosa y un examen físico, que permitan diferenciar de entrada si estamos ante una hiperhidrosis primaria focal o un trastorno generalizado. La historia clínica es mucho más importante en este segundo caso (para lo que se solicitaran pruebas analíticas de sangre y orina, así como la valoración de los signos visibles de sudoración, su cuantificación subjetiva u objetiva específica del sudor). También debemos evaluar el impacto que tiene en la calidad de vida del paciente.

Entre los criterios diagnósticos de la hiperhidrosis focal idiopática (2007), se encuentran los siguientes: Aumento de la sudoración focal apreciable, de al menos 6 meses de duración, sin causa aparente y que presente dos o más de las siguientes características:
  • Sudación bilateral y simétricas.
  • Con frecuencia de uno o más episodios por semana.
  • Afecta a tus actividades de la vida diaria.
  • Se inicio antes de los 25 años.
  • En tu familia hay antecedentes de Sudoración excesiva.
  • Cese de la sudación durante el sueño (no sudas por las noches).

Una forma para poder cuantificar subjetivamente tu sudoración excesiva –hiperhidrosis- y valorar la respuesta al tratamiento es utilizar las escalas como la Hyperhidrosis Disease Severity Scale (HDSS), u otras:
  1. Mi sudoración es poco apreciable y nunca interfiere en las actividades diarias: VALOR 1.
  2. Mi sudoración es tolerable pero a veces interfiere en las actividades de la vida diaria: VALOR 2.
  3. Mi sudoración es apenas tolerable y frecuentemente interfiere en las actividades diarias: VALOR 3.
  4. Mi sudoración es intolerable y siempre influye en las actividades diarias: VALOR 4.

Consulte con su médico de familia SI:
  • Parece que suda mucho más que lo normal. Prolongada, excesiva e inexplicable.
  • Su sudoración no tiene una causa, por ejemplo, hacer ejercicio o estar en un clima caluroso.
  • Acompañada de fiebre, pérdida de peso, dolor torácico, dificultad para respirar o latidos cardíacos rápidos y fuertes.
  • Está bajando de peso involuntariamente.
  • La mayoría de las veces, su sudoración se produce o empeora por la noche,durante el sueño.

Recomendaciones para quienes padecen hiperhidrosis
Una serie de factores pueden ayudarlo a manejar la hiperhidrosis día a día.
  • Dúchese una o dos veces al día. Si el sudor tiene olor desagradable utilice en la ducha un jabón líquido con clorhexidina y después aplíquese un compuesto de clohidróxido de aluminio. Asegúrese de secarse por completo. Las bacterias y otros gérmenes crecen en áreas húmedas. Para el olor pruebe a bañarse diariamente con jabón antibacteriano. Esto ayudará a eliminar las bacterias y otros gérmenes que se juntan en la piel, que pueden ser los que provocan olor cuando suda. Las cremas y lociones antibacterianas tópicas (clindamicina, eritromicina) se pueden utilizar para disminuir el olor.
  • Use calcetines y zapatos porosos, con buena transpiración. Asegúrese de dejar que sus zapatos se sequen por completo antes de usarlos nuevamente. No utilice el mismo par de zapatos dos días seguidos.
  • Use calcetines de algodón o calcetines que eliminen la humedad de la piel. Si es necesario, cambie sus calcetines a lo largo del día.
  • Utilice ropa de algodón, transpirable, y evite los tejidos sintéticos El algodón y otras fibras naturales pueden ayudarlo a sentirse más fresco y le dan la sensación de que la piel puede respirar. Sin embargo, cuando hace ejercicio, las telas especiales diseñadas para eliminar la humedad de la piel podrían ser más cómodas. Los protectores de la ropa, que son almohadillas que puede colocarse debajo de los brazos, pueden ser de utilidad y ayudarlo a sentirse más seguro de que el sudor no pasará a su camisa o blusa. Algunas personas consideran que tener a la mano una camisa o un par de calcetines adicionales las ayuda a sentirse más seguras de estar en público. Tomar esta medida le da la opción de cambiarse, si su ropa se humedece y usted se siente incómodo. Manténgase al día con el lavado de ropa. Asegúrese de lavar y secar bien la ropa antes de usarla nuevamente.
  • Aféitese el vello axilar. Pruebe rasurarse las áreas molestas, por ejemplo, debajo de los brazos.
  • Evite la ingesta de café, alcohol y especies picantes. Si determinados alimentos o bebidas parecen empeorarle la sudoración, evítelos. Estos podrían incluir la cafeína, los alimentos condimentados y el alcohol.
  • Evite aquellas situaciones que en usted produzcan mayor sudoración.
  • Las técnicas de relajación podrían ser útiles (como yoga y meditación), en especial, si el estrés desencadena la sudoración. Incluso si el estrés no desencadena directamente la sudoración, esta puede provocar estrés por sí sola, de modo que las técnicas de relajación pueden ser útiles.

Tratamiento:
El tratamiento dependiendo del tipo, localización y gravedad y/o será indicado por tu médicos de familia y/o este te derivará al servicio de dermatología para su tratamiento específico y valoración completa. En primer lugar están los antitranspirantes y fármacos de acción sistémica (anticolinérgicos; antiadrenérgicos; betabloqueantes; antidepresivos), así como en los casos de hiperhidrosis secundaria.
  • Antitranspirantes: Son agentes que actúan por bloqueo de los conductos excretores de las glándulas o como astringentes. Estos productos pueden causar irritación de la piel, y las grandes dosis pueden estropear la ropa. Se incluyen las sales metálicas: las más empleadas son el cloruro de aluminio, el clorhidrato de aluminio, el clorhidrato de circonio aluminio y el sulfato de aluminio. Para hiperhidrosis leves los antitranspirantes comercializados en forma de pomadas y roll-on con hipoclorito de aluminio pueden ser suficientes (suelen tener concentraciones del 1-2%). En caso de que la hiperhidrosis sea más severa su médico le puede indicar otras concentraciones de cloruro alumínico hexahidratado para aplicar por las noches, con la piel limpia y seca. Una vez aplicado se cubre con una fina película de polietileno (plástico) y se retira por la mañana, a las 7 u 8 horas, limpiando la zona. Se puede tratar con una aplicación cada 2 ó 3 días o bien durante siete noches seguidas y a los 7-21 días, una vez que reaparezca la sudoración, repetir la pauta. Uno de los mayores inconvenientes de utilizar sales metálicas es su corta duración de acción. Siendo su principal efecto secundario es la irritación de la piel. En este caso se puede utilizar bicarbonato sódico para neutralizar el efecto del ácido clorhídrico y una pomada con esteroides tópicos para reducir la irritación. Si el cloruro alumínico con oclusión causa irritación, se debe emplear sin ella. Esta solución no debe aplicarse sobre piel inflamada, rota, húmeda o recientemente afeitada. Este preparado es inflamable y corrosivo debemos tener la precaución de no tocar con él joyas, ropas ni lacados. Se ha observado que con el tiempo se atrofian las glándulas y la frecuencia de las aplicaciones se hace menor. Otras opciones son las soluciones astringentes: una solución de metenamina en agua también puede ser eficaz.
  • Medicinas: Ciertas medicinas pueden prevenir la estimulación de las glándulas sudoríparas. Estas se recetan para ciertos tipos de hiperhidrosis como la sudoración excesiva en el rostro. Las medicinas tienen efectos secundarios y no son adecuadas para todas las personas por lo que es preferible que sea su médico quien se las indique.
  • Iontoforesis: Aplica una pequeña cantidad de electricidad para cerrar las glándulas sudoríparas. Es efectivo para la sudoración de las manos y de los pies, estos se meten en agua y luego se pasa una corriente eléctrica suave a través de esta. La electricidad se incrementa gradualmente hasta que el paciente sienta una ligera sensación de hormigueo. La terapia dura aproximadamente de 10 a 20 minutos y son necesarias varias sesiones. Aunque los efectos secundarios son poco frecuentes, incluyen agrietamiento de la piel y ampollas. 
  • La toxina botulínica tipo A (Botox) se usa para el tratamiento de la sudoración intensa en las axilas. La toxina botulínica se inyecta en la axila para bloquear temporalmente los nervios que estimulan la sudoración. Los efectos secundarios incluyen dolor en el lugar de la inyección y síntomas parecidos a la gripe. El Botox utilizado para el sudor en las palmas de las manos puede causar debilidad leve pero temporal y dolor intenso.
  • Tratamiento quirúrgico: se debe utilizar en casos extremos y siempre que las medidas conservadoras hayan fracasado previamente. Además de los riesgos de la cirugía, la complicación más frecuente es la sudoración compensatoria (sudor excesivo en otras partes del cuerpo; suele localizarse en la región dorsal baja, glúteos, ingle y muslos). Como es lógico su indicación depende del control por su dermatologo y cirujano torácico (Simpatectomía torácica endoscópica: Cirugía de axila: Ssimpaticolisis percutánea por radiofrecuencia;...).

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