martes, 26 de noviembre de 2019

Descubre tu nivel de audición: Presbiacusia en el adulto

La pérdida de audición tiene muchas causas (ver Algunas causas y características de la pérdida de audición). Pueden afectarse diferentes partes de la vía auditiva, y la pérdida se clasifica como de conducción, neurosensorial o mixta en función de la parte de la vía que resulte afectada.
La pérdida auditiva de conducción ocurre cuando algo bloquea la llegada del sonido a las estructuras sensoriales en el oído interno. El problema puede afectar al conducto auditivo externo, al tímpano (membrana timpánica) o al oído medio.
La pérdida auditiva neurosensorial ocurre cuando el sonido llega al oído interno, pero o bien no puede traducirse en impulsos nerviosos (pérdida sensorial) o bien los impulsos nerviosos no son transportados al cerebro (pérdida neural). La distinción entre pérdida sensorial y neural es importante, ya que la pérdida de audición sensorial a veces es reversible y rara vez puede ser mortal. Una pérdida auditiva neural es muy raro que desaparezca y puede deberse a un tumor cerebral que puede ser mortal, por lo general un tumor del ángulo pontocerebeloso.
La pérdida auditiva mixta es una combinación de pérdida de conducción y neurosensorial. Puede estar causada por un traumatismo craneoencefálico grave, una infección crónica o uno de muchos trastornos genéticos raros.
Signos de alarma: En las personas con pérdida de audición, algunos síntomas y características son motivo de preocupación, entre ellos:
  • Pérdida de audición en un solo oído
  • Cualquier anomalía neurológica (como dificultad para masticar o hablar, entumecimiento de la cara, mareos o pérdida de equilibrio)
Las personas con signos de alarma deben acudir a su médico de Familia y Comunitaria sin demora. Las personas con pérdida de audición y sin signos de alarma deben acudir al médico en algún momento, pero demorarse una semana no es probable que sea perjudicial.
Puesto que es posible que la pérdida gradual de la audición pase desapercibida, se recomiendan realizar pruebas auditivas sistemáticas en las personas de edad avanzada. Este cribado es importante porque algunas personas mayores que podrían beneficiarse de un tratamiento no se dan cuenta de que tienen un problema de audición, o incluso lo niegan. 
Para ‘valorar’ tu nivel de audición, podemos utilizar este vídeo que puede serviros de orientación. Para completar la prueba de forma exitosa, vamos a realizar los siguientes pasos:
  • Pon los altavoces de tu ordenador a un nivel normal y agradable para el oído
  • Concéntrate y pon toda tu atención en escuchar el sonido que comenzará a emitir el vídeo
  • Evita los ruidos externos, intentando realizar la prueba en un ambiente con tranquilidad y sin demasiados ruidos
  • Compara tu resultado, una vez realizada la prueba, con amigos y familiares que ronden tu edad
El test dura unos 100 segundos y comenzará con un sonido que abarcará todo el espectro que puede detectar un ser humano y que va desde los 20 Hz hasta los 20 KHz. Al comienzo la prueba puede resultar un poco desagradable pero deberás acostumbrarte a él. Cuando ya no escuches nada, pulsa la pausa y fíjate en el valor que marca la pantalla. Se supone que ese es tu umbral de escucha. En la siguiente tabla podrás mirar si se ajusta a tu edad o debes empezar a preocuparte.
  • Hasta 8.000 Hz: este sonido lo debe escuchar todo el mundo
  • Hasta 12.000 Hz: menores de 50 años
  • Hasta 15.000 Hz: menores de 40 años
  • Hasta 16.000 Hz: Menores de 30 años
  • Hasta 18.000 Hz: Menores de 24 años
  • Hasta 20.000 Hz: oído perfecto
La pérdida de oído a medida que envejecemos es una realidad
La presbiacucia es el nombre que se le da a la pérdida de oído a medida que vamos cumpliendo años. Al igual que ocurre con la presbicia, la pérdida de audición progresiva se debe a los cambios internos que ocurren en el oído interno a medida que envejecemos, además de ciertos problemas de salud e, incluso, algunos fármacos que consumimos a lo largo de nuestra vida. Estar expuestos a ruidos de alta intensidad durante tiempos prolongados también influye de manera negativa en la salud de nuestro oído, así como tener colocados auriculares durante largas jornadas a un volumen excesivamente alto. Las células ciliadas sensoriales que tenemos en nuestro oído se pueden dañar al estar expuestas al ruido alto y cuando se pierden son irreemplazables. Y gracias a estas células es por lo que nosotros escuchamos los sonidos de nuestro exterior.
Además, la presión arterial alta o la diabetes son condiciones y enfermedades que atacan a nuestro oído además de tratamientos agresivos como la quimioterapia. Como siempre, lo mejor es ponerse en manos de tu médico de familia si notas ruidos, zumbidos o pérdidas de audición en tu día a día.

Por el Cancer de Mama