Pestañas

martes, 28 de febrero de 2017

Colesteatoma


El colesteatoma (también conocido como Otitis crónica; Infección crónica del oido) es un crecimiento de piel (epitelio escamoso queratinizado) que se produce en el oido; detrás del la membrana timpánica (Oído Medio). El colesteatoma puede ser un defecto presente al nacer (lo llamamos entonces congénito); pero normalmente ocurre como complicación de una infección crónica del oído. Se debe a repetidas infecciones que facilitan la introducción de piel a través del tímpano. 
La trompa de Eustaquio ayuda a compensar la presión en el oído medio. Cuando no está funcionando bien, puede acumularse presión negativa y empujar una parte del tímpano (membrana timpánica) dentro del oído medio. El colesteatoma a menudo toma la forma de un quiste o una bolsa que acumula sucesivas capas de piel vieja dentro del oído. Con el tiempo, puede aumentar de tamaño y destruir los cercanos y delicados huesecillos del Oído Medio. Eso puede afectar la audición, el equilibrio y posiblemente el funcionamiento de los músculos faciales.
Es un tipo de quiste cutáneo localizado en el oído medio

Síntomas

Vértigo o mareo; secreción del oido persistente; con o sin sordera en este oido son los sintomas que deben alertarnos. Inicialmente, el oído puede supurar, a veces con mal olor. A medida que la bolsa o saco se agranda, puede causar una sensación de oído ocupado o presión, con pérdida auditiva. (Un dolor detrás o en el oído, especialmente a la noche, puede producir molestias significativas) Mareos, o debilidad muscular en un lado de la cara (del lado afectado del oído) son también síntomas posibles.
Uno, o todos estos síntomas, son buenas razones para buscar una apropiada valoración por tu Médico de Familia, así como la revisión por servicio de otorrinolaringologia. Una pérdida auditiva, mareos, parálisis facial pueden ser la consecuencia del crecimiento del colesteatoma. 

Pruebas y exámenes

Un examen del oído puede mostrar un saco o una abertura (perforación) en el tímpano, a menudo con secreción. El depósito de células cutáneas viejas puede verse con un otoscopio, un instrumento especial para ver el oído. Algunas veces, se puede observar un grupo de vasos sanguíneos en el oído.

Tratamiento

Siempre es necesario el examen por un otorrinolaringólogo para confirmar la existencia de un Colesteatoma. El tratamiento inicial puede consistir en una cuidadosa limpieza del oído, y algunos medicamentos, como antibióticos y medicación local. Esta terapia propone detener la supuración controlando la infección. Los colesteatomas generalmente siguen creciendo si no se los extirpa. La cirugía es exitosa la mayoría de las veces. Se puede necesitar otra cirugía si el colesteatoma reaparece.
El tratamiento oportuno y completo de una infección crónica del oído puede ayudar a prevenir el colesteatoma, siendo necesario durante su tratamiento conservador la adecuada limpieza del oido y/o tratamiento adecuado de las infecciones del oido. Las técnicas quirúrgicas habitualmente utilizadas reciben la denominación genérica de ATICOTOMÍA – CIRUGÍA RADICAL – CIRUGIA RADICAL MODIFICADA.

Más información en:

  • Información para pacientes: Colesteatoma en MedlinePlus
  • Información para pacientes: Colesteatoma: Este texto corresponde a un folleto para pacientes preparado por la American Academy Of Otolaryngology - Head and Neck Surgery.  Traducido por el Dr. Raúl Pitashny, Miembro del Comité de Otorrinolaringología Internacional de esa Academia. Período (1993-1996, 1996-1999).


miércoles, 15 de febrero de 2017

Cuidados de los pies, diabetes: calzado


En personas con diabetes es fundamental cuidar mucho los pies para evitar complicaciones. Los pacientes diabéticos tienen peor circulación en los pies y notan menos el frío, el calor, dolor o la presión. Pueden tener una herida y darse cuenta. Para evitar la aparición de lesiones en los pies TAMBIEN es fundamental un buen control metabólico, evitar tabaco y alcohol, evitar el sobrepeso, la obesidad y el sedentarismo,...
¿Cómo deben lavarse?  
  • Tiene que lavarse los pies cada día, con agua tibia (37º) y jabón neutro, sin rascar y menos de 5 minutos para no ablandar la piel. Séquese con una toalla suave, sin fregar y secando entre los dedos. La toalla debe ser de color claro para poder ver si se mancha por alguna herida que no ha visto. Después póngase una crema hidratante en los talones y en la planta, nunca entre los dedos. No utilice talco en polvo para no secarlos demasiado. Revise cada día los pies, sobre todo entre los dedos, con buena luz y, si hace falta, con espejos o lupas.
¿Cómo cortas las uñas?
  • Se han de cortar rectas, con tijeras de punta redonda y con lima de cartón para no hacerse daño. Pida ayuda a un familiar o vaya a un profesional si hi té dificultades.
¿Cómo calzar los pies?
  • Utilice calcetines de algodón, lana o hilo que no aprieten. Los tejidos claros nos ayudarán a detectar heridas. Evite pasar frío y también el calor directo (estufas, bolsas de agua caliente, secadores de pelo,...), que pueden producir quemaduras. 
  • No camine descalzo. En la playa y en la piscina utilice zapatos de goma. 
  • Compre los zapatos a última hora de la tarde, que es cuando tenemos los pies más hinchados. Deben ser de materiales transpirables y blandos, como la piel. Con cordones o velcro, sin costuras por dentro y que no aprieten. Evite utilizar sandalias y zapatos abiertos. Cambie a menudo de zapatos para evitar presiones en el mismo lugar. La adaptación al zapato nuevo debe ser lenta, para evitar heridas por fricción.  
  • Revise el interior del zapato antes de calzarse , para detectar cualquier cosa (piedrecitas, arena,...) que le pueda doler.
Revisión de los pies: 
  • Higiene: es necesario lavarse los pies diariamente, con agua templada (ni muy caliente, que no supere los 37 grados, ni muy fría), durante 5 min. Antes de introducir los pies en el agua se aconseja comprobar la temperatura del agua con un termómetro de baño o con el codo, ya que es frecuente que en los pies se pueda haber perdido la sensibilidad y no se perciba la temperatura real del agua. 
  • Secar bien los pies después del lavado con una toalla suave y sin frotar, con especial cuidado en los espacios interdigitales. Para ello se puede usar un secador con aire frio (se puede utilizar polvos de talco no medicinal con oxido de cinc sobre las zonas donde se acumula la humedad). Si la piel está muy seca se puede aplicar una crema hidratante en la planta, el dorso y el talón, pero no en los espacios interdigitales (crema de urea al 15% o con lanolina). 
  • Inspección diaria: se realizará observando el dorso, la planta y los espacios interdigitales con un espejo. Buscar: lesiones entre los dedos, cambios de color, hinchazón, ampollas, callos, durezas, cambios en la cantidad de vello en las piernas, parestesias, inflamación, quemaduras, ulceraciones. Si tiene duricias, callos y/o hiperqueratosis, evitar la «autocirugía de cuarto de baño». Se recomienda acudir al podólogo. Si aparece alguna de las lesiones anteriores, lavarla con agua y jabón, aplicar antiséptico incoloro y cubrir con gasas; tras ello, se acudirá́ al podólogo o centro sanitario de referencia identificándose como diabético. 
  • Uñas: deben cortarse con cuidado usando tijeras de borde romo, aunque es preferible limarlas, nunca más allá́ del limite de los dedos (1-2 mm) y sus bordes han de quedar rectos, se puede utilizar lima de cartón. Las uñas gruesas o que se rompen con facilidad deben ser cortadas por un podólogo. 
  • No se deben de utilizar pomadas, alcohol o desinfectantes para las heridas de los pies, ya que pueden irritar la piel o cambiar la coloración de la piel y de la herida, dificultando su seguimiento médico. Las heridas deben lavarse con agua y jabón, siguiendo las recomendaciones del médico. 
  • Los pies no deben de colocarse cerca del fuego, estufas o fuentes de calor. No utilizar almohadillas eléctricas o botellas de agua caliente para calentarse los pies. 
  • Evitar andar descalzo. Los pacientes con neuropatía diabética, nunca deberían caminar descalzos, porque si se pinchan tienen un riesgo mayor de provocar una herida en el pie.
  • Pacientes con úlceras en los pies, no deberían llevar zapatos hasta que la ulcera este completamente cerrada. 
  • Utilizar crema de protección solar también en los pies si se está expuesto al sol.
¿Cómo elegir el calzado? Conjuntamente con las normas de higiene, deben de mantenerse unos buenos hábitos de selección y uso del calzado:
  • El calzado debe de utilizarse siempre con calcetines. 
  • No utilizar sandalias, chanclas o zapatos que dejan los pies al descubierto. 
  • Los zapatos deben ser amplios, confortables y bien acojinados, blandos y flexibles y de cuero porque transpira mejor el pie (se recomiendan zapatos deportivos con suela de goma), y con poco tacón (2-3 cm en varones y hasta 4 cm en mujeres), que no ajuste ni provoque rozaduras o lesiones en los pies. La puntera debe permitir el movimiento de los dedos. La suela debe ser antideslizante y no demasiado gruesa.. Si la persona con diabetes tiene la zona del empeine muy ancha, debería de llevar un zapato con esa parte a ser posible flexible. 
  • Los zapatos se aconseja sean de piel, sin costuras internas, flexibles, ligeros, transpirables y con el suelo que no resbale. 
  • Se aconseja comprar el calzado al final del día, cuando los pies están más hinchados, así́ el zapato que en ese momento es cómodo, se garantiza que lo será́ a lo largo de todo el día. Todos los zapatos deberán de ser probados de pie porque el pies aumenta de tamaño cuando esta sosteniendo peso. Los zapatos deberían ser una 1/2 talla mayor siempre para que no le apriete, ni le provoque rozaduras ni ampollas. Cuando una persona con neuropatía sensitiva quiere comprar calzado es conveniente que les ayuden a la hora de comprar el calzado nuevo, debido a que estas personas con neuropatía tienen tendencia a comprar el calzado pequeño para "sentirlo".  Los zapatos nuevos deben de ser puestos poco a poco hasta acomodarlos al pie. (ejemplo cada día 1h a 4 h ), deberían ser siempre inspeccionados los pies después para comprobar que no haya habido irritación, rozadura o cualquier otro problema.  
  • La compra de zapatos ortopédicos debe de realizarse bajo criterio y prescripción médica. Los zapatos prescritos por el médico no son para siempre. Las plantillas del zapato deberían ser cambiadas con frecuencia no menos de 3 veces al año, dependiendo la persona. Los zapatos deberían ser cambiados una vez al año, lo ideal sería que el paciente tuvieran varios pares de zapatos y los alternará por la mañana uno y por la tarde el otro, si es posible. 
  • Los zapatos deben de mantenerse adecuadamente, reparándolos y asegurando el buen estado de las suelas. 
  • Se debe de revisar el interior del calzado antes de ponérselo, para evitar que haya algún elemento (piedra, gravilla, botón, alguna pieza del zapato...) que pueda lesionar el pie.
    Es aconsejable tener más de un par de zapatos para cambiarlos cada día y alternarlos, así́ se garantiza una buena ventilación de los zapatos y se evita la presión siempre en las mismas zonas del pie.
    Calcetines: utilizar siempre, incluso con sandalias o zapatillas. Los calcetines y medias deben de ser de tejidos naturales (lino, algodón, lana) de tamaño adecuado y sin costuras, remiendos o dobleces. Cambiarlos cada día. No se deben de utilizar medias o calcetines sintéticos, con elásticos o gomas. No deben de quedar ni prietos ni flojos en la pierna y el pie. Se deben de cambiar diariamente los calcetines o medias, y si los pies sudan mucho o se ha hecho mucho ejercicio más de una vez al día.
    El zapato debería ser aceptado por el paciente y por el médico. Es decir más importante la comodidad, y el bienestar del pie a la estética del zapato, es muy difícil encontrar los dos requisitos en un mismo calzado, pero lo que nos debe de hacer el zapato es proteger y no agredir.
¡Muy importante!
  • Situación vacunal: Todos los pacientes diabéticos tienen que estar vacunados correctamente frente al tétanos. 
  • Hable con su equipo asistencial (médico enfermera) de los pies: Es fundamental que el paciente diabético vaya a revisarse los pies por el equipo sanitario periódicamente, cumpliendo sus indicaciones y vigilando las heridas y lesiones de los pies. 
  • La actividad física: Camine diariamente al menos 30 min. Ir aumentando gradualmente la distancia recorrida, con calzado adecuado. Ejercicio recomendado: nadar, montar en bicicleta... 
  • Practique ejercicios de habilidad con los pies: descalzo, sin calcetines y sentado cómodamente en una silla, coloque una hoja de periódico bajo sus pies e intente partirla a la mitad usando solamente los pies. Una vez conseguido, repita la operación con cada uno de los trozos obtenidos 2 ve ces más. Por último, intente formar con todos los trozos una pelotilla de papel, recordando que solamente puede utilizar los pies para ello, y una vez que lo haya hecho, cójala con ambos pies y tírela lo más lejos posible.
El calzado terapéutico y el material ortopédico pueden reducir la incidencia de úlceras en pacientes de riesgo, con úlceras previas o con deformidades importantes del pie (pie plano; juanetes; dedo en martillo y otras).
Por último, indicar que los pacientes diabéticos no son los únicos en necesitar este tipo de calzado, también las personas que padecen hipertensión, insuficiencia venosa y arterial, obesidad y tabaquismo pueden presentar síntomas en los que requieran de este tipo de zapatos especiales.
MAS INFORMACION EN:
1. Guía para la salud semFyC: Cuidados de los pies.
2. Hojas informativas para pacientes camfic: Como cuidar los pies.
3. Consejos para pacientes fisterra: cuidado del pie diabético.
4. Guía para el pie diabético: Características del calzado para diabéticos.
5. Vídeo en el blog de Rosa: Cuidados de los pies.
6. 3clics - Atención primaria basada en la evidencia (MBE): Pie diabético.
7. ¿Cómo seleccionar el calzado?: Recomendaciones para personas con Diabetes.
8. Forumclinic: Cuidados del pie.