sábado, 19 de noviembre de 2016

tapón cera: tapones de cerumen


El conducto auditivo externo está revestido por una piel que presenta: folículos pilosos (pelo), glándulas sebáceas y glándulas ceruminosas (glándulas del sudor modificadas). Estas estructuras protegen al oído de lesiones externas. En concreto, el cerumen es una secreción formada por una mezcla de productos de la descamación epitelial, secreción sebácea y secreción de glándulas ceruminosas, con acción antibacteriana y lubricante. El cerumen tiene una función protectora, su pH ácido protege la piel del conducto. La película de cera constituye no sólo una barrera química, sino también una verdadera trampa para los cuerpos extraños.
De manera natural, el conducto auditivo se mantiene limpio por un movimiento del la piel que reviste el conducto, como si fuera una cinta transportadora, en el que el movimiento de la masticación es un factor importante. Por ello, en la mayoría de las personas no es necesaria la extracción diaria del cerumen y su presencia no debería considerarse un signo de higiene deficiente. Si la cera no da problemas, los oídos se limpian "con los codos", es decir, con nada. Basta pasar una toalla húmeda por el pabellón de la oreja y todos sus pliegues.
La producción de cera varía de un individuo a otro, hay personas que nunca han necesitado una limpieza de oídos y hay otras que necesitan limpiezas periódicas. Con la edad aumenta el componente epitelial del cerumen, y disminuye el ceruminoso. Asimismo, el contenido en grasa del cerumen disminuye en los meses de noviembre a julio. Su acumulación, los conocidos como tapones de cera, puede deberse a diversas causas:
  • Compactación al introducir por el canal auditivo bastoncillos o torundas de algodón, como parte de la higiene diaria, o auriculares.
  • Estimulación de la producción por lavarse en exceso con jabones o champú, o bañarse frecuentemente en piscinas.
  • Enfermedades dermatológicas.
  • Canal auditivo estrecho.
  • Presencia abundante de pelos en el canal auditivo.
  • Cambios fisiológicos en las glándulas de cerumen por la edad, que producen una secreción que tiende a secarse más rápido de lo normal.
Signos y síntomas.
Su presencia puede ser asintomática o causar molestias en el oído, pérdida de audición, autofonía (el paciente oye de manera amplificada su voz), acúfenos (zumbidos en los oídos), otalgia, mareo, vértigo y sensación de plenitud del conducto auditivo externo. No causan sordera de forma permanente.
Tratamiento.
Cuando la cera se acumula en gran cantidad y bloquea el conducto se procede a su extracción. Existen 2 procedimientos para ello:
  • Maceración de agentes cerumenolíticos (que ablandan la cera).
  • Extracción por lavado del canal auditivo con agua templada, con instrumentos (cureta o asa roma) o por aspiración bajo control microscópico (otomicroaspiración).
En un estudio reciente del International Journal of Pediatric Otorhinolaryngology se estudia qué agente cerumenolítico es más eficaz. Resultando el mejor cerumenolítico aquel compuesto por Glicerina 10 cc + agua oxigenada al 3% 10 cc + bicarbonato sódico al 10% 10 cc + agua destilada 10 cc.

Entre los pacientes mayores hay productos clásicos estrella, como el aceite de oliva o de almendra, o el agua tibia. También se puede aplicar agua oxigenada tibia o una disolución de bicarbonato de sodio al 5% antes del lavado ótico. Entre los productos que se comercializan hay lubricantes, que no actúan sobre el tapón pero facilitan la extracción. Otros productos son tensioactivos/emulsionantes, que fragmentan trama constituida por las células epiteliales mediante hidratación y lisis celular (docusato de sodio, bicarbonato sódico y agua oxigenada). Algunos de los más utilizados son:
  • Peróxido de hidrógeno al 3%: se rebaja el agua oxigenada comercial, y se aplican 2-3 gotas cada 6 horas. Agua oxigenada al 3% diluhida a partes iguales 1:1; 40 cc.
  • Solución de bicarbonato sódico al 10%: se llena el oído con 2-3 cc, gota a gota, manteniendo durante 15-30 minutos antes de la irrigación; o se aplica durante 3-14 días en casa (con o sin irrigación posterior). Bicarbonato sódico al 10% + agua destilada 40 cc.
  • Solución de hidróxido potásico (preparado comercial al 0,66%): se instilan 3-5 gotas, se tapa con una torunda de algodón y se deja actuar durante toda la noche. A la mañana siguiente, se irriga con agua templada jabonosa.
  • Solución de carbonato potásico (preparado comercial): se introduce en el conducto auditivo 2-3 cc, gota a gota, tapando con una torunda de algodón y se mantiene durante 10-20 minutos. Posteriormente, se irriga con agua templada.
  • Laurilsufato sódico (preparado comercial al 5%): se instilan 4-5 gotas al día, tapando con una torunda de algodón durante 30 minutos; luego se lava el oído con agua templada.
  • Aceite de oliva o de almendras: se administran 3 gotas en el oído antes de ir a dormir durante 3-4 días.
  • Ácido acético al 2,5%: se llena el oído afectado con 2-3 cc, 2 veces al día, hasta 14 días.
  • Glicerina 10 cc + agua oxigenada al 3% 10 cc + bicarbonato sódico al 10% 10 cc + agua destilada 10 cc.
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