El "mal sabor de boca" es
el olor del aire que uno exhala por la boca, cuando es desagradable,
característico o repugnante se denomina mal aliento o halitosis. No conocemos su frecuencia pero es un problema social y un
síntoma frecuente en atención primaria que no siempre se consulta
(Fisterra 2012). En el 80% de los casos, la halitosis se ocasiona en la boca y cavidad
oral, en menos ocasiones, el mal aliento puede ser una señal de otras enfermedades: estómago, bronquios, riñón o del hígado.. Se relaciona con la
descomposición de partículas de alimentos, células, sangre y algunos
componentes de la saliva, que da lugar a la emisión de derivados
sulfúricos volátiles y otros gases que provienen del aumento de un tipo de bacterias. Existen unos factores que influyen en la calidad y cantidad de saliva, y pueden intervenir en su aparición:
- Prótesis dentaria y ortodoncia.
- Disminución en cantidad de saliva (xerostomía, respiración nasal, fármacos, etc.).
- Tabaco, alcohol, marihuana.
- Ayuno y dietas bajas en calorias.
- Dietas ricas en grasa y proteínas.
- Alimentos (ajo, cebolla, etc.).
Links de interés:
- Consejos para pacientes: Guía práctica de la salud SemFyC: Mal aliento Halitosis.
- Entrada en el blog salud bucal: "la halitosis" en el que nos diferencia entre: a) Halitosis genuina o verdadera: el mal olor está verdaderamente presente y se puede medir y objetivar; b) Pseudohalitosis: el mal olor no es objetivable pero el paciente cree que tiene halitosis; c) Halitofobia: si después del tratamiento de las anteriores el paciente todavía cree, de manera persistente, que tiene halitosis.
- Aliento fuerte en MedlinePlus.
- Consejos para pacientes con mal aliento: Consultorios de medicina (documento en pdf).
- BlogdeFarmacia: Ayudas para evitar el mal sabor de boca
Aunque no existen evidencias suficientes para hacer unas recomendaciones específicas, podrían indicarse estas medidas generales de higiene y cuidado de la boca:
- Mantener una buena higiene y salud dental, utilizando el hilo dental diariamente y el cepillado con pasta fluorada al menos dos veces al día, incluyendo el dorso de la lengua y el paladar. Retirar y limpiar las dentaduras postizas y materiales protésicos una vez al día, aunque no existen evidencias sobre la efectividad de los diferentes métodos a utilizar. Revisiones periódicas en el odontólogo.
- Realizar una dieta rica en frutas frescas y verdura, prescindiendo al máximo de grasas y carne. Evitar alimentos que favorecen el mal aliento, como cebollas, ajos y bebidas alcohólicas.
- Abstención de tabaco.
- Enjuagues y gargarismos con colutorios: se utilizan cuando las medidas generales no son suficientes para el control de la halitosis. Su objetivo es reducir la acumulación de bacterias orales causantes de la halitosis. Algunos colutorios tienen componentes que pueden neutralizar el mal olor o las bacterias que lo causan, como la clorhexidina (Perio-Aid®, Parogencyl®, Bexident Encías®), cinc (Listerine®, Buco-Regis®), fenol (Carbocaína Sol®) y ácido fólico, que han demostrado individualmente ser más eficaces que el placebo6, aunque no hay ensayos que comparen los distintos colutorios entre sí. El mejor momento para usarlos es por la noche, ya que los restos del producto quedan en la boca, que es cuando la actividad bacteriana es mayor y el flujo de saliva menor. Deben mantenerse en la boca durante 30 segundos. La elección de unos u otros depende más de la tolerabilidad individual y las preferencias del paciente que de las evidencias disponibles sobre su uso.
- Tratar la sequedad de boca (xerostomía) hidratándose suficientemente y evitando bebidas con cafeína o los fármacos que la produce, chupe caramelos de menta sin azúcar o mastique chicle sin azúcar. Más información NIDCR-boca seca.