domingo, 30 de diciembre de 2012

Molestias antes de la regla: Síndrome Premenstrual

El trastorno que presentas se conoce como síndrome premenstrual o como tensión premenstrual, y se llama así a un conjunto de molestias que aparecen de 5 a 11 días antes de la regla y desaparecen con el sangrado o poco después. Es más frecuente de lo que te pueda parecer: hasta tres de cada cuatro mujeres lo han tenido a lo largo de su vida. Es más frecuente entre los 20 y los 35 años y va desapareciendo cuando se acerca la menopausia.
La naturaleza e intensidad de los síntomas pueden variar de una mujer a otra. Algunas mujeres pueden tener dificultades para hacer su vida normal en esos días. Es un problema molesto, pero no es una enfermedad ni supone peligro para tu salud en el futuro. 
No sabemos exactamente por qué ocurre, pero parece ser que los cambios hormonales que sufre tu cuerpo a lo largo de tu ciclo menstrual (regla, ovulación) tienen un papel importante; por eso, antes de tener la regla te encuentras peor y una vez la has pasado ya presentas mejoría. Lo que sí sabemos, es que el funcionamiento de las hormonas del ciclo de la mujer es normal en aquellas que lo padecen.
Cada mujer es distinta y por eso las molestias que presentas tú pueden ser distintas de las de otra mujer, aunque las dos tengáis síndrome premenstrual. Por eso es importante que sepas distinguir cuáles son las que más te incomodan y así poder ayudarte mejor: ansiedad, irritabilidad, insomnio, tristeza, hinchazón de piernas, dolores de cabeza o dolores musculares, tensión en los pechos, molestias de estómago, estreñimiento, etc. 
Las molestias más frecuentes son: malestar general, dolor de cabeza y en las articulaciones, hinchazón de manos, pies y vientre, tensión en las mamas, fatiga, náuseas, vómitos o diarrea, cambios en el apetito y en el sueño, ánimo decaído con tristeza y llanto fácil, irritabilidad, mal humor y menor concentración. Pero los sintomas son múltiples y muy variados:
  •  Alteraciones en el estado de ánimo: ansiedad, irritabilidad, nerviosismo, sentimiento de culpa, cambios en el estado emocional, depresión, cansancio, crisis de llanto, etc..
  • Síntomas como confusión, dificultad de concentración, tendencia al olvido. Así como, cambios en la conducta, deseo de toma de alimentos, tendencia al aislamiento, sensación de baja estima, cambios o disminución en el deseo sexual.
  • Síntomas gastrointestinales: cambios en el ritmo intestinal (frecuentemente estreñimiento), dolor abdominal, náuseas, vómitos, sensación de plenitud intestinal, etc.
  • Retención de líquidos: edemas, tensión mamaria, aumento periódico de líquidos, etc.
  • Problemas cutáneos: brotes de acné, herpes labial recurrente, agravamiento de otros problemas de la piel que ya padezcas, moratones, etc.
  • Otros: cefalea, fatiga, insomnio, palpitaciones, dolores articulares, rigidez muscular, parestesias, empeoramiento de las alergias o crisis epilépticas en caso de padecerlas.
Para su tratamiento es fundamental estar informada de las características de este problema para poder comprender y saber convivir con los síntomas y no sentirte como "enferma", si no más bien que tengas la idea de que estos son molestias temporales debidas a estos cambios cíclicos hormonales que se producen en tu cuerpo.
Aquí te ofrecemos algunas recomendaciones generales encaminadas a mejorar tus molestias y ayudarte a sentirte mejor:
  • Haz cambios en tu dieta:  
    • Evita el alcohol y la cafeína. 
    • Si te molesta mucho la retención de líquidos (piernas hinchadas, tensión en los pechos, ganar unos kilos de más) come sin sal. 
    • Come varias veces al día pero en pequeña cantidad: «poco y a menudo». 
    • Busca una alimentación rica en fibra: fruta, verdura y granos enteros. 
    • Te ayudará a sentirte mejor. 
    • Haz una alimentación rica en calcio 
  • Practica ejercicio regularmente 
  • Descansa y duerme lo suficiente  Evita los tacones altos y las prendas que comprimen la cintura, sobre todo si estás molesta por la retención de líquidos.
  • Encuentra un momento al día para relajarte y evitar tensiones
  • Busca apoyo en tu familia y tu entorno: explicarles lo que te ocurre puede ayudar a que te entiendan y sentirte mejor.
  • No te culpabilices por tus cambios de humor
  • Habla con tu médico si sigues sin notar mejoría y recuerda que, por encima de todo, lo más importante eres tú.
   Guía práctica de la Salud semFyC: Molestias ates de la regla, el síndrome premenstrual.

Cuando es necesario se puede recurrir a un tratamiento farmacológico sintomático que será siempre individualizado por tu médico en función de tu clínica, y que será más o menos necesario o intenso en función de la gravedad de los mismos. El 9% de las mujeres que sufren este cuadro padecen lo que se considera síndrome premenstrual moderado o severo y el 1,5% el llamado Síndrome Disfórico Premenstrual, su forma más grave. Los tratamientos más utilizados para combatir este trastorno son los fármacos para suprimir la ovulación, los analgésicos, inhibidores de la recaptación de serotonina, ansiolíticos, agonistas de la dopamina para los síntomas mamarios y los diurético para la retención de líquidos. Pero como te he comentado esto será tu médico quien te los recomiende, indiqué y controle si fueran necesarios.
Con cierto nivel de evidencia y utilidad también se pueden indicar recomendaciones dietéticas y preparados de herbolario que a continuación te indicamos. Ten en cuenta que las dosis recomendadas es posible que no las encuentres en los preparados comercializados por lo que deberás ajustar la misma:
  • Suplementos minerales de calcio (1000 a 1200 mg/día), nivel de evidencia A.
  • Suplementos de vitamina B6, siempre a dosis baja (50 mg/día, nunca superar los 200 mg/día), evaluando su utilidad a los tres meses de inicio y retirando en caso de no obtener mejora, nivel de evidencia B.
  • Suplementos de vitamina E, en caso de dolor mamario durante la última fase del ciclo (150-140 mg/día),  nivel de evidencia B.
  • Suplementos de magnesio durante dos meses (200 mg/día),  nivel de evidencia C.
  • Extractos de Vitex agnus-castus (árbol casto, sauzgatillo o pimienta de los monjes) en cápsulas  o líquido durante cuatro ciclo menstruales (20 mg/día),  nivel de evidencia B.
  • Extractos de Ginkgo biloba, para los síntomas congestivos tomado durante el último periodo del ciclo, día 16 al quinto del siguiente ciclo (80 mg/día),  nivel de evidencia B.
  • Aceite de onagra (primavera o primula), para mejorar el dolor mamario, retención de líquidos, estado de animo y la irritabilidad (iniciar con 3-5 g/día para reducir posteriormente según respuesta, evitando en caso de antecedentes de epilepsia),  nivel de evidencia B.
Más información del síndrome premenstrual MedlinePlus:
Más información del síndrome premenstrual CUN50 y orientación sobre tratamiento de fitoterapia y consejos el Blog de Casa Pià.

Información obtenida de FMC. 2006;13(4):230-6. y AMF 2005;1(5):284-289.

jueves, 20 de diciembre de 2012

Chequeo de la próstata: PSA



Hace unos años se empezó a usar el PSA (Antígeno Prostático Específico) para hacer el diagnóstico precoz del cáncer de próstata, porque se pensaba que así se podrían salvar vidas. Con los conocimientos médicos actuales existen dudas respecto la recomendación de hacerse el PSA. Hoy en día no conocemos los beneficios de esta prueba pero sabemos que puede perjudicarle en algunos casos. Con la información de este post y esta hoja informativa  que te recomendamos leer pausadamente, puedes conocer más sobre esta prueba, así como los beneficios y riesgos de hacer la prueba para que tomes la decisión que creas más adecuada (hoja informativa elaborada por camfic). 
Qué es el PSA:
El PSA es una sustancia de la próstata que se puede medir con un simple análisis de sangre. Cuando se encuentra un PSA alto puede indicar que la próstata es más grande de lo normal, que está inflamada o infectada, y también que puede haber un cáncer. Un PSA alto no siempre significa que haya un cáncer. Junto con el PSA debe realizarse también un tacto rectal.

Qué inconvenientes tiene hacerse el PSA
El PSA no es una prueba exacta. Cuando un PSA sale alto, hay que hacer otra prueba (biopsia de próstata) para confirmar si hay un cáncer. Habrá hombres en los que se encuentre un PSA alto que no tendrán cáncer de próstata. Otros hombres con PSA normal tendrán en realidad un cáncer que no será diagnosticado. Si la biopsia confirma un cáncer, y no está avanzado, podrá ofrecerse un tratamiento con cirugía o radioterapia para intentar curarlo. Los efectos beneficiosos de estos tratamientos no se conocen bien. Los tratamientos tienen con frecuencia efectos secundarios importantes.
Cuando se diagnostica un cáncer, no podemos saber si será uno de los que se desarrollará o no. El PSA puede identificar cánceres que nunca habrían dado problemas. A estas personas se les hará un tratamiento que no les aportará ningún beneficio.

Con la información que disponemos en la actualidad (fecha diciembre de 2012, FMC)
Los profesionales de atención primaria jugamos un papel importante en los cribados de la población de riesgo medio, a través de la captación oportunista o poblacional. En el caso que nos ocupa, y con la evidencia disponible y a la espera de los resultados definitivos de los ensayos clínicos en marcha, en pacientes asintomáticos entre 50 y 75 años no se debería aplicar de forma activa el PSA como prueba de cribado. En el caso que tú como paciente lo solicites, tu médico de familia y comunitaria  o tu enfermera debe informarte  sobre sus beneficios y riesgos, respondiendo a tus preguntas y resolver tus dudas en relación a la decisión de realizarte o no esta prueba, así como la utilidad de realizar un tacto rectal y la cumplimentación de la escala internacional de síntomas prostáticos (IPSS).
En mayores de 75 años no se aconseja la realización del PSA como prueba de cribado.

Más información de interés: